miércoles, 23 de febrero de 2011

Práctica 2: Búsqueda de recursos libres y con licencia Creative Commons (23-2-2011)

En esta práctica hemos cogido una imagen de google, un artículo de OCW universia y por último un video extraído de dotSub, también con la licencia de Creative Commons

http://duvien.com/files/163-google-chrome-frame.jpg consultado de www.google.es el (23/2/2011)



Hacia nuevas formas de producción y difusión del conocimiento

Jesús M. González-Barahona

Enero de 2003

©2002,2003 Jesús M. González Barahona.
Se otorga permiso para copiar y distribuir este documento completo en cualquier medio si se hace de forma literal y se mantiene esta nota.

Publicado en Libros y Bitios en enero de 2003.

Es habitual considerar a las Universidades como núcleos del conocimiento. En gran parte del mundo la sociedad ha confiado históricamente en ellas para producirlo y difundirlo. Sin embargo hoy día, cuando tanto se habla de la sociedad del conocimiento, cada vez se restringe más el acceso a ese conocimiento. Las Universidades, en muchos casos, se vuelven muy cuidadosas con la información que difunden sin cobrar por ella, y cada vez es más complicado acceder a muchas de sus producciones intelectuales. Aunque en su comienzo Internet parecía la herramienta definitiva en cuanto acceso libre a la información, lo que ocurre hoy día es justamente lo contrario: el acceso a esta información está hoy más restringido que ayer, y menos que mañana. Y el mundo universitario no es una excepción, sino un abanderado en esta tendencia.

Con este entorno, iniciativas como el proyecto OpenCourseWare del MIT pueden estar señalando un cambio de tendencia, o al menos una muestra de que es posible otra realidad. En lugar de esconder y dificultar el acceso a la información proponen publicar para todo el mundo, con costes despreciables para el receptor, el material docente que utilizan en sus cursos. Y este podría no ser más que el primer paso hacia una nueva forma de producir y difundir conocimiento.

El proyecto OpenCourseWare

Hace unos meses, el Massachusetts Institute of Technology (MIT) anunció el proyecto OpenCourseWare (OCW, que en traducción libre podría significar algo así como ``material docente libre''). Desde octubre está disponible el resultado de la primera fase del proyecto, que incluye el material docente de unos cuantos cursos. En cuatro o cinco años se espera que el material usado por los alumnos de unos 2.000 cursos (la práctica totalidad de los que ofrece el MIT)está publicado en Internet sin ninguna restricción de acceso, y preparado para ser consultado libremente. El proyecto, financiado en parte por fundaciones, no pretende ofrecer cursos a distancia o enseñanza no presencial, y no tiene vías directas de retorno económico. Al menos a primera vista es un ejercicio desinteresado de promoción del conocimiento.

Solo el tiempo dirá lo que supone esta publicación masiva de la documentación utilizada en los cursos de una institución tan prestigiosa como el MIT. Pero se puede hacer algo de futurología. Por ejemplo es previsible que el material del MIT se convierta en referencia obligada para cualquier curso similar en cualquier Universidad del mundo. La calidad del material que elaboren los profesores de esos cursos se medirá, necesariamente, frente a la que se puede conseguir libremente en Internet. Quien no quiera seguir enseñanzas formales, pero está interesado en los temas cubiertos por OCW, tendrá a su disposición gran parte de la información de que dispone quien se matricula en el MIT. Por supuesto, no dispondrá del resto de ventajas al alcance de los alumnos presenciales (entre ellas, el contacto personal con el profesor y los demás alumnos). Pero la diferencia no será tan grande como lo era antes de que existiese este proyecto.

Los responsables de OCW lo ven como una forma de compartir el conocimiento y de contribuir efectivamente a su difusión. También de ayudar a la mejora global del material que se usa en la educación superior. Hasta cierto punto, es la manera en que utilizan las tecnologías del siglo XXI para cumplir las metas que tienen como centro difusor del conocimiento. Y como tal, este proyecto merece especial atención, y más en una coyuntura como la actual, donde muchas instituciones educativas están tomando exactamente el camino contrario: limitar lo más posible el acceso a su producción científica y académica, con la idea de conseguir ingresos por la venta de derechos de acceso a ella, de forma directa o indirecta.

Naturalmente, es de esperar que el MIT obtenga importantes beneficios de esta iniciativa, aunque solo sea en términos de imagen. Pero en cualquier caso, parece claro también que va a suponer un fuerte impacto sobre el sistema de educación superior, y especialmente sobre los estudiantes universitarios en todo el mundo.

Pero esto es solo el principio

Y sin embargo, con todo lo novedoso que es OCW, podría ser solo el principio de una nueva tendencia, de un viento nuevo en el entorno universitario. Por primera vez desde que tenemos tecnologías masivas de difusión del conocimiento, el coste de reproducción y transporte de la información a casi cualquier parte del mundo es prácticamente cero. Seguimos teniendo costes altos relacionados con la producción, compilación y organización de este conocimiento, y con su conversión en material educativo. Pero una vez que un material dado está en un formato utilizable por el alumno, las diferencias de coste entre hacerlo accesible para unas decenas de alumnos, o para centenas de millares, es mínima. OCW muestra una forma inteligente de aprovechar esta situación para cumplir con la meta de difundir el conocimiento. Pero aunque por ahora es una de las que más impacto ha causado, ni es la primera, ni será la última.

El movimiento del software libre ha demostrado, en otro ámbito, las ventajas concretas de compartir el conocimiento sin trabas. Pero el modelo en que se basa el desarrollo de la mayor parte del software libre es más ambicioso. El conocimiento difundido no suele ser ``subproducto'' de una actividad principal (como lo es en cierta medida en OCW, donde la actividad principal es la docencia presencial). Además, los programas libres no solo se difunden tal cual: también se garantizan permisos para reelaborarlos, modificarlos y mejorarlos (o empeorarlos). Son estos permisos lo que convierten habitualmente cualquier programa libre en obra colectiva. Y obra colectiva de un tipo nuevo, donde los autores en muchos casos ni siquiera se conocen...

Dados estos antecedentes, es inmediato preguntarse porqué no aplicar modelos similares a los del software libre en la producción de material docente. Igual que un programa, el material elaborado por un profesor para un curso cualquiera puede ser completado, actualizado y mejorado por otro profesor (o, en general, por otro experto en la materia con capacidad docente), en cualquier parte del planeta. A su vez, esta nueva versión puede ampliarse, contrastarse o editarse críticamente en otro lugar, quizás por un estudiante aventajado. Y todas estas modificaciones pueden ser coordinadas por el autor original, para producir un resultado que ya no es su obra, sino algo más.

Hoy día tenemos ya sistemas adecuados para empezar a explorar estas posibilidades. Herramientas como los wikis están ayudando ya a elaborar documentación mediante la colaboración entre grupos de autores dispersos por todo el mundo. Muchas bitácoras (weblogs) están incluyendo mecanismos que permiten a sus usuarios colaborar en la mejora colectiva de la información sobre un tema. La informática y las comunicaciones son potentes aliados cuando se trata de colaborar en la producción de información, y muchos modelos de producción académica que eran inimaginables cuando se usaba papel se convierten hoy en ejercicios triviales.

¿Y para qué?

Muchas Universidades se han convertido (¿quizás lo fueron siempre?) en lugares donde se raciona la difusión del conocimiento. En contra de su razón de ser, se procura que solo el que paga tenga acceso a la producción académica. A veces, esto es algo que promocionan los profesores a título personal, pero cada vez más es la propia institución quien se esfuerza en rentabilizar económicamente cualquier difusión de conocimiento. Los argumentos son muchos, y probablemente muy razonables, casi siempre relacionados con la supervivencia de la Universidad tal y como la conocemos, siempre necesitada de recursos.

Pero en esta carrera por conseguir recursos, la Universidad está perdiendo al menos parte de su función social. Algunas iniciativas como OCW nos recuerdan cuál es al razón de ser que tiene el mundo universitario, y el que nos sorprendan dice mucho de lo lejos que se está habitualmente de ella.

Afortunadamente, el impacto de unas pocas iniciativas que aprovechen las tecnologías actuales puede ser enorme, debido al factor multiplicador que supone la publicación de material a bajo coste para poblaciones potenciales enormes. Por eso, OCW puede no ser más que el principio de una nueva forma de promover el conocimiento. Un primer peldaño de una escalera que nos lleve, escalón a escalón, hacia un nuevo estadio en la producción de conocimiento, hacia la colaboración y la difusión global de la educación.

En gran medida, aún nos empezamos en producir y difundir conocimiento con los viejos medios que tan buenos resultados dieron cuando la tecnología disponible era la impresión en papel. Pero los medios que tenemos hoy a nuestro alcance nos permiten muchos nuevos modelos. Por ahora, casi solo se están usando para restringir las posibilidades a lo que era norma en el mundo de la imprenta. Pero posiblemente estamos ya en el umbral de un nuevo mundo, en el que aprendamos a aprovechar toda esta novedad para diseñar nuevos esquemas y nuevas realidades que nos acerquen un poco más al ideal del conocimiento universal.

Referencias











Valoración grupal:
Creemos que esta práctica nos ha servido para saber que cada cosa que se coja de Internet tiene que ser legar y que no vale cualquiera, por otra parte no creemos que nos haya servido de mucho puesto que vemos exagerado una hora de clase entera para tal explicación. Lo que menos nos ha costado ha sido encontrar el artículo ya que la imagen ha sido mas complicada, pues no encontrábamos ninguna imagen que se pudiera poner. En cuanto al vídeo, que ha sido lo más complicado de todo, nos hemos pasado algunas horas buscándolo y no encontrábamos ninguno relacionado con esta asignatura, y los que encontrábamos, o eran en inglés sin subtítulos, o no se escuchaba bien, o no se veía bien, etc. Por último decir que los enlaces que mas nos han gustado han sido google, ocw universia y dot sub, este último aunque no salía en las instrucciones de la práctica también el video cuenta con la licencia de creative commons. Todos los nombrados ha sido su fácil manejo lo que nos ha llamado la atención, y los que menos http://commons.wikimedia.org/ http://openclipart.org/ www.archive.org/index.php http://bancoimagenes.isftic.mepsyd.es/ etc. todos ellos por su complejidad

-Victoria: Esta práctica me ha parecido interesante puesto que es conveniente tener conciencia de lo que se puede y no se puede coger en Internet, sin embargo también un poco pesada. Entre las páginas nombradas arriba, en la valoración grupal para mí la mejor es google sin duda aunque seguramente sea porque es la que mas conozco y he utilizado pero para mí es la más fácil de manejar. Y la que menos me ha gustado, no hay ninguna en especial pero podría decir que la mayoría de las que no me han aportado nada como por ejemplo http://commons.wikimedia.org/ o http://openclipart.org/
Como conclusión podría decir que la práctica ha sido interesante pero habría bastado con 15 o 30 minutos de explicación

-Mari Luz: Con esta práctica, hemos aprendido cuales son las imágenes que podemos y no podemos coger de Internet, y eso me parece bastante bien e interesante, ya que nos evitará equivocarnos a la hora de extraer una imagen de Internet. Por otro lado, de los buscadores planteados en clase y en la valoración grupal, para mí el más interesante y sencillo de usar es google, puesto que es el que he usado siempre y es bastante completo. Los demás no es que no me gusten, simplemente no me convencen mas que Google. Para concluir, espero que estas sesiones nos sirvan para aprender cosas nuevas y útiles, y hasta ahora, lo están consiguiendo.



miércoles, 16 de febrero de 2011

Práctica 1 Creación del blog (16/02/2011)

Bueno, somos Victoria y Mari Luz.
Hoy hemos creado nuestro superblog y estamos intentando averiguar como funciona, esperamos que os guste mucho y que paseis por aquí de vez en cuando xD.

Valoración grupal: Pensamos que la creación de un blog nos puede aportar mucho sobre la utilización de las TIC y que también nos puede dar un poco de cultura general acerca de este mundo puesto que el futuro y lo que no es tan futuro es esto
-Victoria: Creo que el blog es una buena forma de innovar acerca de como subir las prácticas y que será curioso, al igual que nos servirá para adquirir mas conocimientos y destrezas a la hora de aplicar las tecnologías de la información y la comunicación en el aula de primaria. No obstante el mantenimiento de un blog requiere esfuerzo y dedicación por nuestra parte y por lo menos a mí peude que se me haga un poco pesado
-Mari Luz: Con esta práctica hemos aprendido a crear un blog que nos va a permitir colgar todos nuestros trabajos, al igual que a mantener el contacto con nuestros compañeros por comentarios en sus tablones, el diseño de sus blog, etc. Esto nos va a permitir mantener una continuada relación con las tecnologías de la información y la comunicación que deberemos prácticas de forma más reiterada con nuestros futuros alumnos- para poder desarrollar uan de las ocho competencias básicas.